Calesita

sábado, 19 de junio de 2021

Ocaso y amenaza para Bergoglio de sus mismos fanáticos

Existe en el ala progresista o modernista de la Iglesia, un profundo malestar contra Bergoglio, ya no es disimulado como años anteriores, sino que ya se manifiesta desencantado y crítico, a tal punto que puede tomarse como amenazador.

No estamos hablando de quienes lo tachamos de hereje, sino de sus fanáticos admiradores, esos que en los albores de su supuesto papado, pusieron su esperanza en un porteño peronista, el cual día a día sufre las consecuentes transformaciones camaleónicas.

Alberto Melloni, máximo exponente de la escuela teológica progresista de Bolonia, ha escrito un artículo en el famoso La Repubblica, el periódico donde Bergoglio abre su corazón al ateo Scalfari, titulado: Francisco y el junio negro de la Iglesia.


Ya no son aplausos para el peronista que tomó el poder de la Iglesia, ahora son críticas, y junio parece ser la gota que desbordó el vaso.

Melloni explica que si el teutón Marx renuncia por casos de pedofilia, es porque toda la estructura eclesial goza de perfecta incapacidad, algo que conoce todo el mundo, pero que los modernistas disimulaban esperanzados en un primer momento, pero ahora se les ha hecho insostenible. De acuerdo con su planteo, la renuncia de Marx debería ser una invitación a que Bergoglio dimita.

Tal como lo expone, es una directa invitación para que el cardenal Bergoglio, a quien le gusta vestirse de blanco, se vaya de una buena vez.

¿Acaso esto que Melloni pide muestra su ingenuidad? Nada de esto, es sin vueltas una amenaza velada en la redacción de su artículo, que profetiza "una tormenta inminente". Quien quiera tomarse esto a la chacota, lo puede hacer, pero es una advertencia de que el trueno precede a la tempestad.

Según Melloni, estamos “En el junio negro de la Iglesia”. Para demostrar esta tesis, elenca todos los disparates del jesuita Bergoglio:

Primero la renuncia del teutón Marx, denunciando la inercia de esta estructura clerical, donde. como ya dijimos, debería ser una advertencia para que Bergoglio se vaya.

Sobre la lacra clerical de la pedofilia, le echa en cara su silencio cómplice y el hecho de no “asumir la culpa”, donde la impotencia y su despotismo hacen el cóctel perfecto, sin poder darse cuenta donde está la calumnia y donde está la denuncia.

Luego sobreviene la carta de Bergoglio rechazando la renuncia de Marx y le recuerda o le refriega por la cara, que en la iglesia pastorea quien ama y no quien lidera.

Y la serie de sus desaciertos continúan enumerando la desastrosa decisión de poner un límite de 10 años al mandato de quienes lideran los movimientos eclesiales, incluidos los fundadores, lo cual limita el derecho de los fieles; el exilio de Enzo Bianchi que debe abandonar su comunidad, dañando de este modo la credibilidad ecuménica; su áspera separación del cardenal Stella, uno de los estrategas en su elección, “quien lo ha servido lealmente”; “el audit del vicariato de Roma” dispuesto por Bergoglio al cual se le imputa dar “crédito a los chismes”; el mandato a Mons. Miragoli para inspeccionar la congregación para el clero solo para nombrar un prefecto cuatro días después; los negociados de Becciu; y por último, pero no menos importante, la insinuación sobre el tema de la comunión al abortista Biden.

Detrás de todo este desaguisado, Melloni ve el influjo de groseros consejeros sumados al despotismo del poder papal.

Toda esta crítica, demuestra el ocaso del pseudo papado de Bergoglio, no ya de sus católicos, sino de sus fanáticos admiradores. Son estos malos presagios para el porteño jesuita, sobre todo si piensa perpetuarse en el poder papal, cosa que sin duda hará.

Se derrumbó el efecto Bergoglio, y como frutilla del postre, el líder histórico de la comunidad de San Egidio, Andrea Riccardi, publicó un libro, La Iglesia arde: crisis y futuro del cristianismo, donde se perfila un escenario apocalíptico, de “un mundo sin Iglesia”.

Al respecto comenta Socci :

«La Iglesia, después de estos ocho años, no ha florecido, pero parece aniquilada. La vida religiosa está en estado de coma. Su gobierno central en el Vaticano está en un caos permanente. La confusión, incluso doctrinal, reina en toda la comunidad eclesial. El equilibrio de la práctica litúrgica dominical y las vocaciones es devastador, ahora en caída libre (entre otras cosas con el colapso de los matrimonios sacramentales). El clero y los obispos parecen estar en desorden

Ahora sigo a sus admiradores, porque estos son los primeros truenos de una tormenta perfecta, producida por los vientos que sembraron las tácticas del peronista Bergoglio, que ya parece un demente, serruchando las patas de la silla de su propio trono de poder. Como dice el libro de los Proverbios (29,6):

El hombre inicuo caerá en su mismo lazo.

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Visto en https://www.antoniosocci.com/contro-papa-bergoglio-anche-i-suoi-fan-un-pontificato-al-tramonto/#more-9511

http://chiesaepostconcilio.blogspot.com/2021/06/contro-papa-bergoglio-anche-i-suoi-fan.html

 

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