Calesita

sábado, 26 de junio de 2021

Bergoglio nos mandó un saludo

 

Bergoglio, el viejito Bergoglio, acusó recibo de los que le señalamos, y decimos lo que en realidad es.

El mensaje se dirigió hacia los blogueros, y este blog se siente honrosamente incluido y muy halagado en sus sabias palabras del día 23 de junio.

¡Cuidado con los rígidos!

Parece que en estos momentos de tanta soledad, mientras veranea bajo la sombra en los calores de junio, se hamaca en el sillón del abuelo, mientras su herida sangra sin un posible remedio.

– “...siembran la división y la desconfianza en la red”...

¡Pobre anciano!, no se ha percatado que el primer sembrador de cizaña es él. ¿Cuántas herejías dijiste viejito lindo? Juntándolas todas, ya te armamos una colección. Deberías ponerte contento.

¿Quién puede confiar en él?, ¿Quién puede confiar en este solapado Viejo Vizcacha?, si destruye hasta sus amigos y colaboradores. Hoy te da una palmadita en la espalda y mañana te dice que no te quiere ver nunca más.

Es que este cojo de blanco, es probable que ya ni se mire al espejo. Y si de divisiones se trata, ¿cuántas órdenes cerraste dulce viejito? Supongo que nadie esperará que se las contemos.

¿Así que somos “predicadores”? No lo había imaginado, muchas gracias por este reconocimiento de su parte.

¿Así que podemos “perturbar a las comunidades”? Como si este jesuita nunca hubiese perturbado nada. Ah, eso sí:

¡Cuidado con los rígidos!

Su voz es toda una gigantesca inspiración del Espíritu Santo, en brillante cruzada, no con los musulmanes que son sus amigos, ni con los judíos que son su segunda matriz, ni con los pentecostales ante los que se arrodilla. ¿Con quién entonces? Esta es una cruzada contra los blogueros, que ahora son sus enemigos. ¿Tanto daño te hicimos?

¡Cuidado con los rígidos!

¿Así que somos los “guardianes de la verdad”? Nunca imaginé que tanto honor provenga de un hereje. Y si no decimos la verdad, ¿a qué espera para decirla este cardenal disfrazado todos los días de papa?

¡Cuidado con los rígidos!

¿Así que nos “identificamos con ciertas formas del pasado”? ¿Y qué esperaba este inútil?, si en ocho años no fue capaz de ordenar una mínima ciudad como el Vaticano? Un lugar donde todos los días existe un barullo de película. ¿Dónde está lo maravilloso de su futuro? ¿Dónde está el encandilamiento de su tonta enseñanza? ¿O es que piensa que le vamos armar el poliedro inclusivo?

¡Cuidado con los rígidos!

Dice nuestro amable viejito, que no tenemos “mansedumbre y obediencia”. Veamos. ¿Obediencia a quién y a qué?

Por mi parte no estoy sujeto a obediencia clerical, y esto le duele, porque tanto otros como yo, somos los que este proyecto de papado, no puede controlar. En segundo lugar, ¿obediencia a qué? ¿Acaso a sus herejías? 

Y en cuanto a la mansedumbre, que se observe que a pesar de sus idioteces, aún no lo echaron, cosa que él haría con nosotros en un par de segundos si pudiera, por supuesto apelando siempre a su gran misericordia.

Y nuestro anciano cardenal blanco se hamaca bajo la sombra romana en los calores de junio, muy desmemoriado y abatido. Viejito lindo, ¿acaso no te "acordás" cuando nos mandaste hacer lío? ¿No es esto obediencia? Deberías ponerte contento en vez de salir con cara de "peperoncino al'aceto".

Gracias Bergoglio por sus conceptos, nunca los esperamos mejores. Eso sí, ¡cuidado con los rígidos!


No hay comentarios:

Publicar un comentario