¿Quién
diría que escalaras la rosada cima gay? Un hito en toda tu furiosa
carrera de prelado clericalista, puesto que clérigo fuiste, clérigo
eres y clérigo pro gay por lo visto serás.
¿Qué
papa se te puede comparar? Tu negra sombra de muerte los cubre a
todos.
Vemos
en la portada de este magazine gay, que ya los "raritos" adoran
tu icono. Es que siempre al fin de tus muchos esfuerzos, se llega a
la meta, y tu meta es la cima de la montaña rosa, desde cuya cumbre
proclamas a las cuatro tormentas: tus nueve bienaventuranzas:
Bienaventuradas
las religiones, porque todas son queridas por Dios.
Bienaventurados
los rabinos, porque trabajarán mancomunados con los párrocos.
Bienaventurados
los pentecostales, porque el Espíritu Santo les da todos los días
una sor-presa.
Bienaventurados
los ateos porque son mejores que los católicos cuentarrosarios.
Bienaventurados
los inmigrantes, porque alcanzarán la Eurabia.
Bienaventurados
los gay, porque son queridos por Dios.
Bienaventurados
los encubridores, porque no pertenecen al demonio acusador.
Bienaventurada
la iglesia del Concilio Vaticano II, porque sin duda llegará al
nuevo paradigma.
Bienaventurado
el montonero Angelelli porque yo lo haré llegar a la santidad.
Hi
Paco! ¿Quién diría que plasmarías tus negros sueños y que
acariciarías nuestras pesadillas?
Ya
nadie se te puede comparar.
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