Mientras
los católicos ya se han acostumbrado a las inesperadas afirmaciones
bergoglianas, las cuales navegan fuera de todo contexto católico. A
tal punto se les ha hecho esto un hábito, que ya ni siquiera llaman la
atención. Mientras todos esperan inermes la bergogliada del día, el
Che Papa continúa con sus costosos viajes a la periferia: en esta
ocasión se tomó el avión para Egipto. La tierra que baña el Nilo,
ha sido en la antigüedad la tierra de los faraones, hoy es la
tierra de los papas.
Es Buenos Aires para la masonería argentina,
una tierra similar a Egipto, con su Pirámide de Mayo, con su
monumental Obelisco, con el estuardo del Río de la Plata que nace de
un Delta, al que llegan sus afluentes, dando la imagen de otro Nilo;
con su culto a la Virgen María, para quienes no es otra que la diosa
Isis; con su Mesopotamia propia y sin contar la reiteradas alusiones
al desierto, por el gran jefe de la masonería porteña: Don Domingo
Sarmiento.
Así
la esfinge de Keops mira desafiante al papa Bergoglio, quien surgido
del nuevo Egipto, ajeno a todo este conocimiento esotérico de la
logia de Buenos Aires, se reunió con el cismático papa copto
Tawadros.
FULL
DE PAPAS. – Ya estamos acostumbrados a multiplicar los papas,
por ello es bueno recordarlos todos, sin contar los antipapas:
Benedicto
XVI, el papa “dasein” de la falsa renuncia; Bergoglio, el
falso papa de la cripto-herejía; Arturo Sosa Abascal, alias
“Bigotito”, superior de la vanguardia jesuítica y “papa
negro por excelencia”; Tawadros, papa de la Iglesia copta. Aquí no
pueden faltar Bartolomé y Kirill, como papas de la iglesia cismática
ortodoxa. Con este full de papas, rompemos el póker de esta baraja,
repartida por los masones, y llegamos a la mano ganadora del juego
que se llama: el poliedro de la unidad.
BERGOGLIO,
EL BONAPARTISTA. – El
bonapartista Bergoglio, pisó suelo egipcio, imitando a sabiendas o
no, a Napoleón Bonaparte, quien antes de desembarcar en Egipto,
había tomado la isla de Malta en 1798. Por supuesto, Bonaparte no
destruyó la Orden de Malta, Bergoglio sí. Orden esta, que a
destiempo comienza a percatarse de la intromisión de Bergoglio en
sus estatutos. Es que los malteses no conocen esta novedosa
generación eclesiástica argentina de los años 60, surgida en el
nuevo Egipto, donde obedecían cuando les convenían y pisoteaban las
normas y cánones cuando se presentaba la ocasión. Bergoglio, a
pesar del tiempo, no ha cambiado en nada, es el mismo transgresor de
su generación de los años 60. Por supuesto, luego exigen obediencia
“como un cadáver”,
una obediencia que ellos nunca tienen, tuvieron, ni piensan tener. Es
el bonapartismo
eclesiástico.
EGIPTO, LA OTRA PERIFERIA. – Egipto no
es más que una periferia en el papado bergogliano, periferia a la
que se acude a misionar, no para llevar a Jesucristo entre los
musulmanes, sino para predicar la unidad
del poliedro: Unirse con
los cristianos de la diversidad, amigarse con los musulmanes “suaves”
y condenar los musulmanes “duros”. Este es el estúpido servicio
misionero que predica Bergoglio. Es su dialéctica misionera propia.
Todo un papado, para atacar los “fundamentalismos”.
Pero acontece que el catolicismo se basa en una Roca que es
Jesucristo, es decir tiene un fundamento inamovible, ergo, como
cristiano soy fundamentalista. ¿A que fundamentalista puede
convencer Bergoglio, si no convence ni a los mismos católicos?
EL
MUNDO DE LA NEUTRALIDAD. – La
masonería y Bergoglio con ella, están empeñados en generar en el
mundo, la “era de la
neutralidad”. Nada es
blanco, y nada es negro, todo es un gris neutral. No existen
derechas, ni izquierdas: todos nos licuamos girando con distintas
formas y contenidos, en la elipsis metódica del poliedro. La
masonería logró amansar y “civilizar”
con su neutralidad a los católicos más duros, hasta logró un papa
que en este sentido, es su adalid en el mundo; pero no logra
“civilizar”
los feroces brotes islámicos. Aquí es donde pierde terreno, Europa
es un ejemplo, y Egipto otro. Es una guerra a fondo, donde “los
hermanos tres puntos”,
se juegan el todo por el todo y siempre van hacia la derrota.
A
CONTRAMANO DE LA REALIDAD. – Parece
ser, que tanto Bergoglio como los masones que lo empujaron a este rol
político-religioso, desconocen la realidad. Sandro Magister, en un
artículo brillante 1,
nos da esta feroz estadística:
De
un relevamiento de campo en numerosos países musulmanes resulta,
efectivamente, que Egipto está entre los más sensibles al
radicalismo.
El
75% de la población egipcia considera que la sharia – es decir, la
normativa extraída del Corán y de la Sunna – es palabra de Dios
revelada.
El
74% quiere que la sharia sea ley del Estado.
El
74% quiere que la sharia sea aplicada no sólo a los musulmanes, sino
también a los no-musulmanes.
El
95% quiere que sean jueces religiosos los que decidan las disputas
sobre la familia y sobre la propiedad.
El
70% está a favor de castigos corporales para castigar crímenes como
el robo.
El
81% está a favor de la lapidación de quien comete adulterio.
El
86% está a favor de la pena de muerte para quien abandona el Islam.
Contra
esta realidad, es inútil pretender en Egipto una victoria del
laicismo masón, generando el giro de un hermoso poliedro de
neutralidades en la diversidad. De allí que frente a la realidad de
la periferia de Egipto, podemos decir tomando algunas palabras de
Napoleón, sin temor a equivocarnos: Desde lo alto de estas
pirámides 40 siglos contemplan esta vacua y costosa misión
bergogliana.
1
http://magister.blogautore.espresso.repubblica.it/2017/04/27/el-egipto-del-papa-francisco-entre-la-realidad-y-la-fantasia/
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