Son
llamativas las intervenciones periodísticas del teutón Kasper.
Este
anciano prelado del idealismo relativista ha pasado en estos días,
del silencio a los gritos.
En Il fatto quotidiano, expresó que existía un complot contra Bergoglio.
Luego
se desdijo, afirmando que nunca mencionó la palabra complot. ¿Acaso
chochea?
Seguramente,
no imaginó el alcance de sus declaraciones y algo de lucidez en su
ancianidad le debe quedar, por lo tanto, torpemente trató de dar
marcha atrás, puesto que ahora afirma taxativamente que nunca habló
de complot.
¿Y En
qué consiste el no complot? En pedir la renuncia de Bergoglio a su
papado y ahora ya no es un complot, sino una posición de sitios de
la web que piden su dimisión.
Favor
que nos hace este adinerado teutón. Hace tiempo dije que Bergoglio
debe al menos dimitir, puesto que está acabado, pero nunca pensé
que estas miserables páginas y la de tantos otros, fuesen tan
significativas. Pero ahora que Kasper lo menciona, sería bueno que
Bergoglio renuncie, si es que en su revuelto cerebro todavía existe
algo de sentido común, cosa que dudo, porque este porteño siempre
adoleció del sentido de ubicuidad. El pobre pretendiente a papa,
siempre actúa a destiempo.
Por
esto estoy seguro que ni dimitirá ni renunciará. Además el porteño
es más terco que una mula empacada. Es aquí donde yo me pregunto,
¿a qué vienen estas declaraciones? Tanto Kasper, hombre de logias
secretas y clubes, como los “complotistas” de la web sabemos que
el porteño ni por asomo piensa renunciar. ¿Por qué abre Kasper su
paraguas antes de tiempo, si todavía no llueve? Todo me dice que el
teutón sin decirlo, abre un espacio para que alguno se cargue un
papa que no quiere renunciar o que sería inválido si dimitiese. ¿Quién?
¿Acaso son ellos, los de la Mafia de San Galo?
Pero
tal vez Kasper chochea más de la cuenta, sobretodo cuando analiza el
manifiesto de Muller, afirmando que es otro Lutero. Al pobre anciano
se le han cruzado todos los cables en su mente, produciendo un gran
cortocircuito. A esto nos lleva el idealismo teutón calcado de
Hegel.
Por
supuesto que el manifiesto que Muller clavó en la web, se parece a
la acción de Lutero al clavar las 95 tesis en la puerta de la
iglesia de Todos los Santos de Wittenberg. Pero el manifiesto nada
tiene que ver con las tesis del monje rebelde. Es aquí donde las
neuronas de Kasper entran en cortocircuito. Sin embargo no es el
único, ¿acaso no está la estatua de Lutero en el Vaticano? ¿No
era Lutero un buen hombre, incomprendido por los papas? Significa que
comparar a Muller con Lutero es elevarlo a su excelsa categoría; pero
no, Kasper lo afirma para denigrarlo, he aquí el cortocircuito
mayor.
Todo
esto puede ser, pero existe algo que es: Kasper está nervioso y ha
entrado en estado de pánico. Por primera vez notan que todo este
gigantesco esfuerzo de años en este santo y “milagroso” club de
San Galo, puede derrumbarse en un momento como un hermoso castillo de
naipes.
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