No me
vengan a decir que Bergoglio no es una persona teológicamente
precisa. Bergoglio sabe muy bien lo que aplica. Su teología muy bien
definida está oculta en sus palabras, es ladina y herética. He
aquí el pensamiento de Bergoglio, donde a cada paso nos parece oír
a Heráclito.
LA
VERDAD
1.
Historia del concepto de verdad.
Siguiendo
la distinción de Julián Marías, como la de Xavier Zubiri, el
significado de Verdad, no ha sido igual en las distintas
civilizaciones: mientras que para los hebreos, la verdad, como
'emunah'
es mas bien una confianza, para los griegos la alētheia (αληθεια)
es una patencia, es decir una cualidad
o condición de patente manifiesto,
y el verus
latino, una veracidad.
De
este modo, no es ilógico afirmar, que en el Antiguo Testamento,
donde en Dios Padre reside la Verdad absoluta, esta se oculta tras la
nube apofática del Sinaí y solo pide confianza; mientras que para
la era del Nuevo Testamento, ya es una veracidad patente y
manifiesta.
Jesucristo
al afirmar que es la Verdad, afirma que es el icono de la Verdad
absoluta y apofática del Padre. Por consiguiente sus enseñanzas no
son suyas sino de Dios Padre:
Mi
doctrina (διδαχὴ)
no es mía, sino del que me envió.1
2.
¿Qué es Verdad para Bergoglio?
No
existe una verdad absoluta, en cuanto esta es inconexa.
Ante
la imposibilidad de alcanzar la Verdad, planteada por el el ufano
ateo y relativista
Scalfari, afirma Bergoglio:
...
me pregunta si el pensamiento según el cual no existe absoluto
alguno y por ende tampoco una verdad absoluta, sino solo una serie de
verdades relativas y subjetivas, es un error o un pecado.
Para
comenzar, yo no hablaría, ni siquiera por lo que respecta a un
creyente, de verdad "absoluta", en el sentido que
absoluto es aquello que es inconexo, aquello que carece de toda
relación. 2
3.
El relativismo bergogliano.
Aquí
descubrimos, que el adjetivo inconexo, toma el significado de
relativo. Bergoglio es a su modo, un relativista.
La
Verdad para Bergoglio no es confianza ni patencia manifiesta, sino
una una relación:
Ahora
bien, la verdad, según la fe cristiana, es el amor de Dios hacia
nosotros en Jesucristo. Por lo tanto, ¡la verdad es una relación!
3
Si en
la Santa Trinidad el Padre es la Verdad apofática en la tiniebla
divina y el Hijo es la Verdad manifiesta, donde Jesucristo es la
Verdad Revelada; para Bergoglio, que, según su credo personal, duda
de la Trinidad, no es ninguna de las dos cosas.
Si la
perijóresis entre las tres personas trinitarias es una
relación, para Bergoglio esta sería la única Verdad.
Ergo
la verdad bergogliana es una intermisión entre las personas. ¿Pero
de qué personas hablamos, si les negamos el hecho patente de ser
Verdad?
4.
La inversión trinitaria.
Si
para algunos teólogos occidentales, el Espíritu Santo es quien une
al Padre con el Hijo, para Bergoglio la Verdad no es el Padre, ni
tampoco el Hijo, sino el Espíritu Santo.
5.
La dinámica bergogliana.
Ergo
la verdad bergogliana es una procesión. Por ello la doctrina no
puede estar quieta, se tiene que mover.
Aparecida
ha propuesto como necesaria la Conversión Pastoral. Esta conversión
implica... creer en la asistencia y conducción del Espíritu Santo;
creer en la Iglesia, Cuerpo de Cristo y prolongadora del dinamismo de
la Encarnación. 4
Con
este concepto caemos en la cuenta, que Jesucristo al llamarse Verdad,
es tan solo el dinamismo que recibe del Espíritu Santo.
De
este modo llegamos a la conclusión que solo existe el movimiento
como Verdad, y la estática pasa a ser la falsedad. Lo que se mueve
es verídico, lo que aparece estático es falso.
6.
El progreso doctrinario.
¿Y
cómo se mueve la doctrina si se ha fijado por la Tradición, tanto
escrita como oral?
Por el
progreso doctrinario. La verdad si no se mueve es una pieza de museo:
Muchas
veces, en contra del impulso del Espíritu, la vida de la Iglesia se
convierte en una pieza de museo...se suele reducir y encorsetar el
Evangelio, quitándole su sencillez cautivante y su sal. ...Esto
afecta a grupos, movimientos y comunidades, y es lo que explica por
qué tantas veces comienzan con una intensa vida en el Espíritu,
pero luego terminan fosilizados... o corruptos. 5
7.
El Dios revelado es la Historia.
Si
hasta nuestros días, en las distintas teologías coherentes con el
catolicismo, Dios era el ser estático, pues no necesita moverse por
ser infinito; en la teología bergogliana dios es dinámico y este
dinamismo lo hallamos en la Historia:
Dios
se ha revelado como historia...". 6
Si
Dios se reveló como historia, es que Dios es movimiento y mutación.
Por lo
tanto, la Verdad revelada, muta:
La
Palabra de Dios no puede ser conservada en naftalina como si se
tratase de una vieja manta para protegernos de los parásitos. 7
Esta
verdad mutante, no llegó a su meta, así como la Historia no alcanzó
su final feliz:
... la
novedad del Evangelio de Cristo que, encerrada en la Palabra de Dios,
no han venido todavía a la luz. 8
De
este modo se cumplió la profecía de Fausto escrita por Göethe al
analizar y modificar el inicio del evangelio de San Juan:
En
el principio fue la Acción. 9
CONCECUENCIAS
NEFASTAS DE ESTA TEOLOGÍA.
1.
Todo nace de la dinámica.
Bergoglio
parte su pensamiento no de la Verdad, sino del dios de la dinámica,
y llega a la conclusión que verdad es simplemente una relación
dinámica.
Si
Heráclito decía: Todas las cosas están en movimiento y nada
está fijo, la teología de Bergoglio, el nuevo Heráclito, dirá
que Dios es quien se mueve.
2.
Todo es reforma y mutación.
Por lo
tanto las organizaciones eclesiales son historia, movimiento y
mutación.
Esto
explica su aversión profunda e inmisericorde con las organizaciones
que regresan al pasado. Esta actitud será tildada de pelagianismo.
3.
La herejía pelagiana según Bergoglio.
El
sentido de pelagianismo en el pensamiento bergogliano, consiste en
que el hombre no se ata al dios dinámico, generalmente llamado
“Espíritu Santo”, sino al Dios estático, que él interpreta que
es a sí mismo, a las propias fuerzas humanas. No da el salto a la
dinámica, por lo tanto al no moverse, al no saltar, se corrompe.
4.
Mutación lineal hacia el “punto omega” o el “Uno”.
En el
catolicismo siempre se ha creído que la Historia humana, no transita
en línea recta hacia Dios, si no media la Fe.
Existen
dos opciones: se cree y la persona se diviniza; o se rechaza la Fe y
la persona se condena. En este ámbito no existe una concordancia
evolutiva lineal hacia un punto divino y totalmente único.
Esta
ascensión lineal y siempre superadora, la hallamos en las distintas
filosofías gnósticas, comenzando por Proclo junto a Plotino quienes
se dirigen al “Uno”; y terminando por el jesuita de vanguardia
Teilhard de Chardin donde todo el cosmos confluye en el punto
omega.
5.
La reforma es superior al dogma.
Esta
visión construye sin definirlo el dogma de la bondad reformadora;
por la cual una reforma siempre será más perfecta y bondadosa que
la anterior.
Observemos
la consecuencia diaria de este pensamiento: El Vaticano II, quien no
aportó dogma alguno al catolicismo, es todo reforma; pero esta
reforma es superadora y más perfecta que el catolicismo existente en
la década del 50. No existe, ni puede existir una reforma que sea
peor que la situación anterior. Más aún, la reforma es superior al
dogma, a tal punto, que quien cuestiona o no sigue las reformas,
queda en cisma.
De
este diabólico pensamiento dinámico surge la obligatoriedad de la
reforma, no como algo opinable, sino como verdad absoluta. Es el dogma del cambio.
6.
La estática corrupta.
Bergoglio
dirá que todas las cosas están en movimiento, pero existe la
estática de ciertas cosas, las cuales se descomponen y se pudren.
¡Cáritas
si no camina se pudre! 10
Ante
esta estática, que conduce a la corrupción, el movimiento debe
imprimirle vida.
Como
Dios es historia, mutación, todas las organizaciones deben
evolucionar. El mecanismo de esta evolución es la reforma.
7.
La caducidad del Vaticano II.
Mirando
hacia atrás, dirán estos reformistas, que las reformas del Vaticano
II fueron una acción del Espíritu que sacudió la Iglesia de su
estatismo, le imprimió vida y la hizo caminar en la historia, que al
fin y al cabo es Dios mismo por ser dinámico.
Pongamos
en claro lo que hoy sucede. Tanto Ratzinger como Bergoglio, se
percataron que las reformas postconciliares han sido una receta,
primero de Juan XXIII y luego de Paulo VI. Esta receta postconciliar
no ha curado la enfermedad de la Iglesia, tanto más, en algunos
aspectos la ha empeorado. Ambos papados coinciden en este punto.
Esto
lo vemos claramente en Ojea, presidente de la Conferencia episcopal
argentina, a quien una muy leída página de Argentina, tildó como
“la burra de Balaam”. Ojea critica las estructura caducas
emanadas del Vaticano II, ¿pero con qué objetivo?
8.
La reforma irreversible.
Los
dos papados dan por sentado que el Vaticano II es una antigualla, la
diferencia entre los dos radica en que mientras Benedicto XVI regresa
gradualmente a la década del 50, Bergoglio da el salto al futurismo
dinámico de novedosas e impensadas reformas. Es la posición del
bergogliano Ojea en Argentina.
![]() |
Bergoglio y Ojea |
En
este contexto, cuando se da una reforma, ya no se puede ir hacia
atrás.
La
propuesta pelagiana. Aparece fundamentalmente bajo la forma de
restauracionismo. Ante los males de la Iglesia se busca una solución
sólo en la disciplina, en la restauración de conductas y formas
superadas que, incluso culturalmente, no tienen capacidad
significativa. En América Latina suele darse en pequeños
grupos, en algunas nuevas Congregaciones Religiosas, en tendencias
exageradas a la “seguridad” doctrinal o disciplinaria.
Fundamentalmente es estática, si bien puede
prometerse una dinámica hacia adentro: involuciona.
Busca “recuperar” el pasado perdido. 11
9.
Por ahora, solo movimiento.
La
diferencia entre las reformas del Vaticano II y las de este falso
papado de Bergoglio, la hallamos en que el Vaticano II tenía claras
en su mente las reformas y las puso por escrito; mientras Bergoglio
no puede escribir ni decir hacia donde va sin ser acusado de hereje.
Lo poco que ha escrito ha sido ferozmente cuestionado. Por ello lo
único que puede hacer es imprimir movimiento.
Como
dicen sus seguidores, Bergoglio vino a poner la Iglesia en
movimiento. Sí, el movimiento de Heráclito.
Tratemos
que no se aplique en nuestros tiempos la profecía del Apocalipsis:
Vi
luego una de sus cabezas que parecía como herida de muerte; y su
llaga mortal fue curada. Con lo que toda la tierra pasmada se fue en
pos de la bestia. (13,3)
1–
Juan 7,16.
2
Carta de Bergoglio a Scalfari.
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/letters/2013/documents/papa-francesco_20130911_eugenio-scalfari.html
3
Ibídem.
4
Palabras dirigidas al Comité de Coordinación del CELAM, en Río de Janeiro, el 28 de julio de 2013,
5
Gaudete et exsultate. Nº 58.
6
Declaraciones en Civiltá Cattolica. Tomado de
www.chiesa.espressonline.it con traducción de José Arturo
Quarracino.
7
Discurso de Bergoglio a los participantes del Encuentro promovido
por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva
Evangelización, realizado, este miércoles 11 de octubre.
8
Ibídem.
10
Mensaje a los agentes de pastoral de Cáritas Argentina, que
participaron del XV Encuentro Nacional y XIX Asamblea Federal
desarrollado en Tanti, Córdoba.
11
Palabras dirigidas al Comité de Coordinación del CELAM, en Río de
Janeiro, el 28 de julio de 2013,
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