Calesita

lunes, 31 de julio de 2017

La Máscara de Hierro


Decía San Pablo que emitir juicios era imposible, pues no se puede conocer el interior de las personas. (Cfr. 1Cor. 4,5) ¿Quién puede leer el libro de la vida de cada uno? Es que muchas veces nos encontramos con personas que presumen leer este libro oculto en la conciencia humana, y se vanaglorian de poseer el ojo que solo Dios posee en el interior de los espíritus. También existen algunos que se nos muestran con una máscara para ocultar su verdadera identidad personal. Otros en cambio se dan aires de conocer la persona que se oculta detrás de cada máscara. Y aquí algo similar sucede con la máscara papal de estos momentos.
Claire Chretien en Life Site News, ha escrito un artículo, donde la periodista expone el fenómeno por el cual muchos jóvenes y adolescentes frecuentan la misa tradicional latina, y las feroces críticas que este hecho produjo en la lengua de Bergoglio.
MÁSCARA DE RIGIDEZ. – De acuerdo con el análisis de Claire Chretien en Life Site News 1, la crítica dogmática bergogliana, se centra sobre una pregunta:
¿Por qué tanta rigidez?
No podemos negar que Bergoglio, posee un intelecto bien jesuítico, y como lo ordena su planteo, plagado de discernimientos, esto motiva que nuestro personaje desconfíe por este fenómeno, y vea tras el crecimiento del rito tradicional una máscara que oculta la personalidad de nuestros jóvenes católicos, quienes no le son gratos.
Según su planteo, o según su ojo analista del interior de las conciencias, la supuesta rigidez es la máscara que esconde inseguridad o algo mucho más profundo, tan profundo que no lo conoce, pues no acierta a decir lo que es y no acierta porque solo Dios conoce el interior de la persona.
Omar Bello en su biografía sobre Bergoglio lo describe de este modo:
Desconfiado como vaca tuerta”, así lo definen varios de sus colaboradores, en especial cuando tiene que ver con cuestiones ligadas al dinero. Se trata de un gran administrador que ve fantasmas por todos lados... 2
Este es el fuego de su proverbial desconfianza. Desconfiar de todo lo que no le gusta, pues oculta algo. El desconfiado interpreta al prójimo de la misma manera que se interpreta a sí mismo. Como el desconfiado posee una máscara que oculta su auténtica personalidad, cree positivamente que todos actúan del mismo modo, y siempre se muestra alerta ante lo que no entiende, pues ve en el prójimo un enemigo potencial.
En el fondo de la cuestión, el desconfiado se cree superior a todos los que lo rodean, y sobretodo se siente con un saber más que el resto. En este sentido Bergoglio se ve más inteligente que Kasper, y mucho más sabio que Burke y sus aliados. Bergoglio es el prototipo ejemplar, que siempre muestra su aire de superioridad intelectual, y cuando no entiende lo que ve se pasa a la acera del analista desconfiado que no sabe lo que busca, con el mal humor de quien hurga lo que no encuentra.
EL GRAN DISCERNIDOR. – Según Claire Chretien, Bergoglio usa una retórica sobre los católicos tradicionales y lo expone con sus mismos términos:
Ha criticado la "rigidez excesiva" de los católicos que creen en absolutos morales.
Esta es la personalidad con la cual nos encontramos en nuestros días. Bergoglio es el gran discernidor dentro de la desconfianza hacia el prójimo:
Nuestro gran discernidor, no oye las críticas efectuadas sobre el Novus Ordo. Curioso en un personaje que se dice de él que saber escuchar, pero que él nunca presta atención a las críticas.
Nuestro gran discernidor, proclama el diálogo como la panacea de todos los males, pero nunca se lo encuentra capaz de dialogar con quienes lo enfrentan. ¿Cuánto diálogo hizo con Burke? ¿Cuánto diálogo realizó con Müller? ¿Quién de los que trabajan en el Vaticano y se le oponen dialogan con esta máscara de hierro?
Por ello frente al rito tradicional latino, Bergoglio es sordo como una tapia, y su mente ha sufrido un colapso de progreso amalgamado en la modernidad, el cual aún no asomó la cabeza del naufragio producido en la década del 70.
EL PLACER DE DESTRUIR. – Ya se rumorea el fin del rito tradicional latino, autorizado por Benedicto XVI. Cosa insólita, pues este rito nunca fue suprimido formalmente, tan solo se impidió férreamente su ejecución, usando un solo argumento: el abuso de autoridad. Eran los métodos empleados en la primavera del 60, imponer todo de facto, sin paliativos ni consideraciones piadosas, donde Bergoglio siempre anclado en el 70, no logra superar su propia mente pegada en lo peor de la era postconciliar, por ello dice Claire Chretien que Bergoglio piensa que el rito latino se volvió a usar aprobado por Benedicto XVI...
...para satisfacer cierta mentalidad de algunos grupos y personas que tenían nostalgia ... Pero es una excepción.
ESTO ES UNA REVOLUCIÓN. – Quien actúa, siempre dice lo que su lengua calla. Si este rito se suprime, es porque crece. Nadie suprime lo que se muere. Es que este rito crece y esto es lo que los enloquece, aquí aparece la personalidad detrás de la máscara de hierro.
Esta es la revolución vaticana, y si alguien lo duda basta con escuchar al humilde y paciente Andrea Grillo, quien sin máscara de ningún tipo arremete enloquecido contra el rito latino, y para eliminar la duda de que esto no es una revolución, basta con escuchar su feroz sentencia: desterrar a Benedicto XVI. Como vemos, no es el canto del grillo, es el canto revolucionario. Toda revolución se adorna con grillos y con Grillo.
Y como menciona Claire Chretien resumiendo los conceptos de Bergoglio:
Los "tradicionalistas", con su "inflexibilidad hostil", no se dejan "sorprender por Dios", dijo en 2014.
GOBIERNO DE LO SUBJETIVO. – En esta revolución vaticana, este jesuita ostenta más inflexibilidad hostil que cualquier tradicionalista que yo conozca. Seguimos con expresiones subjetivas tratando de adivinar lo que oculta la máscara. ¿Cómo hace la inteligencia para decir que se fue sorprendido por Dios? ¿Qué elementos objetivos puede esgrimir una persona para decir que ha sido sorprendida por Dios? ¿Es acaso Dios solamente sorpresa?
LA MÁSCARA DE HIERRO. – Aquí palpitamos una expresión surgida del hecho de no saber escuchar las críticas, como también surgida de la carencia absoluta de diálogo. Por ello nos preguntamos:
¿Qué se esconde tras la máscara de la falta de rigidez bergogliana?
¿Qué se esconde tras la máscara de la panacea del diálogo bergogliano, siempre proclamado y jamás aplicado?
¿Qué se esconde tras la máscara de una actitud de escuchar, para nunca oír?
¿Qué se esconde tras la máscara de la misericordia sin arrepentimiento ni penitencia?
Estoy perfectamente de acuerdo en que si quitamos esta máscara progresista, sin absolutos morales nos toparemos con muchas sorpresas.
LA AUSENCIA DE ABSOLUTOS MORALES. – Si la rigidez impide la sorpresa de Dios, por contrapartida al absoluto moral, solo queda el relativismo moral, tal vez el que vemos en las fiestas negras del Vaticano, donde se dice que Bergoglio cedió el ambiente donde el secretario de Coccopalmerio, Luigi Capozzi, fue hallado en plena orgía homosexual, debiendo ser internado para su desintoxicación causada por los estupefacientes insumidos. He aquí a un revolucionario que la gendarmería le rompió la máscara de piedad, bajo la que se ocultaba.
Como se comprueba, Coccopalmerio no es de una "rigidez excesiva", por el contrario, es un cardenal amplio, comprensivo y sobretodo, parece que sabe discernir.
Estamos totalmente seguros que en esta revolución vaticana, donde los revolucionarios se ocultan tras la máscara de hierro, el relativismo moral y litúrgico siempre traerá sorpresas: si Jesucristo no los sorprende en el camino a Damasco como a San Pablo, seguramente los sorprenderá con la gendarmería, como a Luigi Capozzi.


1 Pope Francis on the young who like Latin Mass: ‘Why so much rigidity?. https://www.lifesitenews.com/news/pope-francis-blasts-rigid-young-catholics-who-like-the-latin-mass
2 Omar Bello, El Verdadero Francisco Pág, 181.

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