Un
buque fantasma, es aquel que recorre los mares sin rumbo ni puerto
fijo. Esta es la situación inédita de esta iglesia modernizada por
el descalabro producido, por quienes estúpidamente creen en el poder
vivificador de un Vaticano II. Estamos en la iglesia del buque
fantasma.
CON DOS PAPAS NO LLEGAMOS A UNO. –
Vemos dos papas, y de dos no
hacemos ni siquiera uno; peor aún, si sumásemos a Benedicto con
Bergoglio, la suma de ambos nos daría cero. Aquí no existe Papa ni
papado; y si alguien quiere demostrar lo contrario que me diga no
quien manda, sino quien conduce la Barca de Pedro.
SE ORDENA Y NO SE CONDUCE. – Una
cosa es ordenar y otra muy distinta conducir. Todo el mundo quiere
mandar, desde el párroco hasta el cardenal; todos afirman ser
encarnaciones específicas del Espíritu Santo, desde el cura que da
misa según su libre liturgia, hasta los aduladores de Bergoglio.
Muchas órdenes, muchas inspiraciones, todo dentro de una conducción
inexistente.
EL PAPADO “DASEIN”. – Benedicto
XVI se niega tanto a mandar, como a conducir. Es un papado “dasein”
1,
y eso es todo: está, pero en la práctica, no sirve para nada.
UN PERONISTA SIN CONDUCCIÓN. –
Bergoglio, metamorfoseado en el
Gran Francisco,
manda, y lo hace como a veces observamos en los berrinches de los
niños, ordena en forma caprichosa, sin lógica ni sentido. ¿Un
ejemplo? Los amores de
Leticia. Lenguaje
ambiguo, surrealista, caprichoso y sin sentido claro; peor aún, se
niega a interpretar lo que dijo, y se niega, porque no puede decir lo
que horrorosamente piensa. ¿Quién puede decir: A mí no me
alcanzará la caprichosa misericordia de sus decisiones? Ordena,
manda, misericordea
como fruto de su mal humor pésimamente disimulado, todo excepto
conducir; y esto para un peronista como él, es lapidario, porque si
en algo se distingue el peronismo, es en el culto a la conducción.
De este modo, la Barca de Pedro, va a la deriva.
EL BUCANERO. – Bergoglio,
como un buen miembro de la vanguardia jesuítica, no fue preparado
para Capitán, sino para bucanero; porque marinero que conspira en un
motín como el de San Galo, seguramente es el futuro pirata de los
mares.
CONDUCIR ES CONVENCER. –
Ordenar es fácil; decretar el corte de cabeza de un obispo, es
decir, “misericordiar”,
es sumamente sencillo; lo difícil es conducir. Para conducir se debe
convencer, y ¿cómo quiere convencer quien emplea un lenguaje doble,
surrealista y ambiguo?
LA “RARA AVIS”. – Bergoglio,
metamorfoseado en el Francisco,
es objeto de estudio, como “rara
avis” en el papado; es
el ave que ya en el 2013 anunciamos, cuando escribíamos que veríamos
volar esta gaviota blanca, que solo se alimenta de peces muertos. Por
supuesto, entonces no teníamos sobre la mesa, los concretos
argumentos de hoy, no imaginábamos que escribiría junto al “Tucho”
Fernández, esta hermosa saga de Los
amores de Leticia.
DE FACTO, NO DE IURE. – La
falta concreta, de facto
y no de iure,
de un Capitán en la Barca de Pedro, hace que cualquier decisión se
vea sometida a juicio por cualquier bautizado. Sin cabeza, no existe
cuerpo y esta es la dura realidad que hoy transitamos: una cabeza de
iure o virtual, en un
cuerpo místico visiblemente decapitado.
LA AUTORIDAD SIN CONDUCCIÓN. – Se
puede tener autoridad, pero se puede al mismo tiempo no tener
conducción, y la falta de conducción hace que en realidad no exista
mando; pues nadie acata los caprichos de los hombres y acto seguido
se busca eludirlos. Ya el cardenal Burke brindó el arma para la
desobediencia en masa enfrentando los caprichos bergoglianos:
Si el Papa persiste en los errores
concernientes al matrimonio, los cardenales podrían actuar mediante
un “Acta formal de corrección de un grave error”.2
Por ello vemos que cada día se suman más
obispos que cuestionan las decisiones de un lenguaje surrealista,
cada día existen más cuestionamientos sobre decisiones ambiguas
que abrigan oscuros intereses.
AMBIENTE ENRARECIDO. – Los
obispos se basan en la autoridad papal, pero si esta de
facto no existe, sus
decisiones se tornan dudosas y críticas: es lo que con el término
griego se designa como crisis,
y κρίσις en griego significa separación, disputa y juicio. Más
aún, cuanto más se empeñan en sostener una autoridad, como la de
Bergoglio, tanto más pierden los obispos su propia autoridad; tan
real es esto, que lo contemplamos en el descalabro litúrgico
modernista, carente no solo de lógica, sino de orden.
UN PAPELÓN MONUMENTAL. – Esto
hace que se persiga por capricho excelentes personas, como el padre
Stefano Manelli, fundador de los Frailes Franciscanos de la
Inmaculada, y hoy se archiven todas las denuncias en su contra, sin
concretarse una. Un fraile, a quien la guillotina
de la misericordia cayó
sobre su pobre cabeza.
LA ECCLESIA NON SANCTA. – Esto
hace que pululen y salgan a la luz, todos los execrables vicios de
ciertos prelados:
La
fornicación, y toda especie de impureza, o avaricia, ni aun se
nombre entre ustedes, como corresponde a quienes Dios ha hecho
santos. 3
Hoy no solo se menciona, sino que parece
moneda corriente, más aún, la guillotina de la misericordia nunca
cae sobre estas podridas cabezas.
CONTANDO DÓLARES EN EL VATICANITO. –
Y tal como sabíamos, el
bucanero Bergoglio ha quedado al descubierto en un brillante artículo
4,
donde parece que las disputas doctrinales van a la par de las
controversias monetarias. Es la avaricia que se menciona entre
nosotros. La cosa es grave, pues este peronista no posee olfato
político de ninguna índole, y según se afirma, se habrían girado
fondos del IOR para apuntalar la campaña de Clinton; hoy Trump
conoce la maniobra, quedando el Vaticanito
al descubierto. Una rabieta más del Francisco, contra quien lo
aconsejó en esta dirección. Cuando no se tiene doctrina, se cae en
el avatar de las circunstancias, y Bergoglio es un esclavo de ellas.
Así leemos:
La
"banca del Papa" hoy no esconde nada, aunque sólo sea
porque en los nueve meses que pasaron entre la defenestración de
Ettore Gotti Tedeschi y la llegada de su sucesor, el alemán Ernst
von Freyberg, una cantidad considerable de fondos fueron girados a
los bancos extranjeros, en su mayoría relacionados con Goldman &
Sachs y JP Morgan. 5
Lo
triste de esta situación, es que un papado que se denomina
Francisco,
quien comenzó siendo un laico que abandonó todo para vivir en
situación de calle, no
se desprenda del IOR, famoso por sus escándalos, sino que por el
contrario, se la pasen contando dólares.
SIN CARTA DE NAVEGACIÓN. – Si
el buque fantasma, es aquel que ignora rumbo y puerto, esta Iglesia
bergogliana no solo ignora los puertos sino que nadie conoce su
rumbo, porque la carta de navegación es surrealista, ambigua y falta
de toda precisión. Por eso afirmamos, que el Capitán de esta nave,
llamada Iglesia, ya no existe.
1
Dasein: El sentido literal de la palabra en alemán Da-sein es
'ser-ahí'. Existe, pero no logra cumplir el objetivo de su
existencia.
2
http://adelantelafe.com/card-burke-los-cardenales-podrian-actuar-acta-formal-correccion-grave-error-papa-persiste-errores/
3
Efesios, 5,3.
Excelente artículo hermano
ResponderEliminarEl bucanero Bergoglio no es papa porque ya se había desviado de la fe católica desde Argentina donde ahora sabemos que ya era un hereje formal. Fue contratado por la mafia San Galo en rebelión contra la doctrina de la Iglesia católica. Todos los que se unan a ese apostata van rumbo a la perdición, al apoyar a un hereje quedan excomulgados fuera de la Verdadera Iglesia católica que como bien dices ha quedado sin un capitán que guie el Barco, pero tenemos a Cristo quien la verdadera cabeza de la Iglesia pues nosotros somos su cuerpo místico.
Dios te bendiga te comparto esta cita.
Angie
Santo Tomás Cayetano, O.P. Teólogo y Cardenal
Señala que el famoso axioma “Ubi Petrus, ibi Ecclesia” (Donde esta Pedro esta la Iglesia) es válido sólo cuando actúa y se comporta como un Papa, porque Pedro “está sujeto a los deberes del Oficio” de otra manera, “ni la Iglesia esta en él, ni él está en la Iglesia.”